domingo, 14 de junio de 2009

Informado, debatido; decidido

La cuestión es que la vida no es algo material, que podamos tocar. Pero bueno, no partamos de ahí, partamos de la (personalmente considerada errónea) suposición de que la vida es sólo aquello que podemos tocar, ver, oír; en conclusión, sentir. Si reducimos la vida a esto, estamos también reduciendo considerablemente el sentido de 'sentir', porque ¿qué es la espiritualidad sino algo inmaterial, incluso inefable, pero aún así sensible? Y para aquellos que estén ciegos ante la espiritualidad, o dicho de manera más diplomática, no crean en ello, ¿qué es el amor sino lo anteriormente descrito? ¿Y quién dice que la espiritualidad no sea un tipo de amor, es decir, 'A love supreme'?
Por lo tanto, existen fenómenos no materiales, pero que sin embargo podemos sentir. Y no por ello son irreales o inexistentes; personalmente, rechazo esa opción. ¿Por qué? Porque lo he experimentado. Y no hay nada más real que lo que experimentamos, sea en la mal llamada realidad exterior o en la propia dinámica interna de la existencia. En ese mismo sentido, existen dos caminos para llegar a comprender: la racionalidad del análisis de los factores externos y la subjetividad de la introspección. Y como la objetividad no existe, qué mejor manera de entender el mundo que entendiéndose a uno mismo. Porque el mundo no es igual para nadie, cada uno tiene su propia percepción. Por lo tanto, para entender nuestra percepción del mundo, deberemos entender nuestro interior. ¿Cómo llegamos a creernos capaces de entender el Universo sin haber conseguido entender siquiera qué es el Hombre? Eso es prepotencia. Porque lo único que hacemos (que hace la ciencia) es intentar racionalizar un mundo irracional, es decir, crearse un mundo paralelo, regido por leyes que no sabemos ni si son ciertas. Y eso sí que es irreal.
Ergo antes de la iluminación, debemos alcanzar el conocimiento, y para ello, la racionalidad a secas no sirve.

Os preguntaréis qué sentido tiene todo esto. Pues bien, que soy humano, humanista y humanístico. Y creo que quedan claras las consecuencias.

6 comentarios:

Román Sánchez dijo...

Alabado seas tú y tus grandiosas reflexiones.

Eres totalmente anacrónico (o, dicho más bonito, totalmente precoz).

Me alegro de las consecuencias: el paso humano es uno, y lo abarca todo.

zero dijo...

Román ya basta, no puede ser que solamente pueda decir que llevas toda la razón en estas seis frases.


Malgrat tot, crec que exigeixes massa. Si entendre el nostre interior és el pas previ al coneixement -o al menys un pas imprescindible-, ens aboquem a un abisme.

Amb això vull dir: els qui tinguin el coratge d'enfrentar-se a si mateixos poden sucumbir davant de la immensitat i complexitat del pensament humà; els qui ni tan sols es plantejen el concepte d'espiritualitat -per exemple-, i entenen el món tal com el palpen i veuen, caminen de la mà de la ignorància, i crec que no cal que digui què significa això.

Com tu dius, jo també sóc humana, humanista i humanística. Però escèptica.

Román Sánchez dijo...

Creo que está bien la necesidad de lo espiritual que sugieres gloria, sin embargo no entiendo lo de escéptica. Al menos una de las infinitas definiciones de espiritualidad (y a la que, como a pocas, puedo pretender) es la que afirma que hay que tomarse la vida abiertamente, creyendo -tanto en un Dios, como en la vida misma, como en que el abismo es también una forma posible de entendernos-.
Puedo entender el escepticismo al que pretendes, pero permíteme ponerlo en duda. Cree, ante todo, cree. Porque si somos humanos, humanistas y humanísticos, la inmensidad a la que tratamos de enfrentarnos cuando miramos hacia nosotros, es un caos propio. Es algo nuestro y por eso maravilloso. Y por eso, también, asimilable -no como algo racional, sino como tal, como algo totalmente inabarcable, irracional y, si me permites, espiritual-.

zero dijo...

Sí, está bien, me pones entre la espada y la pared. Pero me conozco, y lo que dices, aunque me parece genial y prácticamente cierto me resulta demasiado teórico.

Es decir, ¿adónde lleva todo este planteamiento? Siendo prácticos, ¿se avanza, asimilando -de forma espiritual- nuestro caos propio?

Porque, en primer lugar, ¿Óscar qué estaba tratando: la asimilación de la espiritualidad y todo lo que conlleva a nivel individual o a nivel general, de la masa?

Si nos referimos a la esfera individual creo que he sido bastante explícita; soy de las que cree que la mente humana conduce a caminos escabrosos -aunque necesarios.

Si estamos hablando de un plano "social", entonces ahí sí que soy absolutamente escéptica; no creo en la humanidad de la humanidad.


¿Es que de verdad se puede creer que algún día vamos a entender qué es el hombre? Y si un día lo sabemos ¿cómo lo sabremos?

En realidad no hago más que reformular preguntas que otros más sabios e inteligentes que yo elaboraron mejor, pero es que no veo qué se puede sacar de todo este tipo de reflexión humanística.

Hay un hecho innegable; para bien o para mal, la ciencia ha avanzado. Nosotros seguimos preguntándonos quiénes somos.

Eso es lo que quiero decir cuando hablo de lo teórico de tus palabras, y en parte también de las de Óscar.



A veces tengo la sensación de que, en definitiva, bla bla bla y bla... de que eso es todo lo que conseguimos, que ese es el gran paso humano.

Román Sánchez dijo...

eheheheh! alto ahí gloria!

Para mí hay un error inicial. Tú preguntas si se avanza asimilando nuestro caos propio. Un momento, ¿de veras la cuestión fundamental es si avanzamos o no avanzamos? Realmente creo que esta visión mecanicista de la conducta humana no lleva a ninguna parte. De hecho la necesidad de sacar algo práctico de todo -necesidad característica de la modernidad humana- es, según mi punto de vista, lo que nos lleva a la perdición como humanos, humanistas y humanísticos.

Como muy bien has diferenciado, Gloria, si tratamos el plano concreto del hombre, estoy de acuerdo que los caminos son escabrosos y ambos coincidimos en que necesarios.

Sin embargo, al hablar de la masa, te voy a hacer una confesión: yo tampoco creo del todo en la humanidad de la humanidad. En esto hago caso a los maestros ilustrados y me inclino más por el poder del individuo y la falta, digamos, de educación de la masa. Sin embargo, lo absolutamente magnífico de la espiritualidad es que está al alcance de todos. Incluso el más zopenco puede disponer y disfrutar tanto de una Biblia como de un Mala para recitar mantras. Incluso puede dejarse llevar por un pequeño poema o un pequeño poema en forma de paisaje. Buda decía, sin embargo, que el estado de Iluminación se alcanza cuando abandonamos la ignorancia, en consecuencia sí que hay grados de ignorancia y sí que hay grados de "humanidad" -entendida de esta manera-. Por lo tanto, entrando en una contradicción personal -pero humana y espiritual- el zopenco no podrá entender los versículos de la Biblia de una manera plena, ni podrá entender el significado pleno de los mantras, ni el poema ni el paisaje le inspirarán lo mismo espiritualmente que a alguien menos zopenco.


En cuanto a lo de saber qué es el hombre, en esto me reafirmo. Realmente la praxis nos lleva a la perdición. Vale, Gloria, nos perdemos en el blablabla, pero te estás perdiendo muchas cosas si buscas el sentido práctico a todo. Si un día sabemos qué es el hombre, quizás ni necesitarás saber que lo sabes. Hay un punto de irracionalidad aquí que lo envuelve todo y lo hace más valioso. Y ya he dicho anteriormente que la irracionalidad va de la mano con la espiritualidad.

No sé qué quieres decir con lo de la ciencia. Por lo tanto no te contesto yo, te contesta Nietzsche. Si la ciencia ha avanzado, es para reafirmar el mundo paralelo que nos hemos creado. Si nuestro pensamiento humano no ha avanzado es porque este mundo mecanicista y racional nunca podrá resolver las cuestiones de profundidad porque es falso y paralelo.
Entonces yo te digo que, además, este inventado mundo no tiene nada de espiritual. Por lo tanto a mí no me sirve ver cómo han avanzado las ciencias y nosotros nos hemos quedado preguntándonos lo mismo.

Para acabar, voy a ser claro con lo que pienso respecto a lo del blablablabla humano. Si para ti, Gloria, ese es el gran paso humano, voy a seguir fiel a mi discurso y te voy a decir para qué quieres dar un paso. A dónde quieres llegar. Voy a ser cínico y te voy a decir que te sientes donde estés, que te resultará mucho más pleno sentarte y agradecer que estás viva y que puedes afirmar, casi sin saberlo, que eres humana humanista y humanística.

Der Steppenwolf dijo...

La verdad es que ni me había dado cuenta de la discusión paralela que se había creado en mi blog, pero aprovecharé para dar mi opinión (aunque igual no llegais a leerla).

Glòria, no estic d'acord amb la teva idea que entendre el nostre interior ens aboqui a un abisme. Primer de tot, no considero, en aquest cas, entendre com una cosa racional, sinó que ho veig més com un pas cap a l'assimilació. Normalment entens un concepte quan l'assimiles; en part, quan has arribat "al fondo del meollo". Però entendre's a un mateix inclou sentir-se en harmonia amb un mateix. Sí, al començament, ens pot semblar un abisme. Però què millor que indagar-hi, per arribar a entendre què hi ha al fons de tot? És com la part fosca que comenta Murakami, encara que ell també faci referència a la creativitat. Se'n ha de saber tornar, de l'abisme, i per això es necessita pràcita.
És llavors, quan haguem comprès el caos, quan podrem posar-hi ordre (i no de manera racional). O com a mínim, aquesta es la meva opinió.
En part, el blablabla, es la teorització de l'experiència, de la pràctica. Que no s'arriba enlloc? Pot ser, perquè sense pràctica en si mateixa no pot arribar a entendre's. Però com a tot, haurem de trobar un 'camí mig', no abusar del blablabla, però tampoc deixar-lo de banda, no creus?
Estem racionalitzant tot allò irracional. Ens deixem moltes coses pel camí, però és el preu a pagar pel llenguatge.

Però en general, discutint sobre això, estem reafirmant que som humans, humanistes i humanístics. I no es pot discutir sobre això, sobre l'espiritualitat, sobre l'irracionalitat, des d'un punt de vista científic. Perquè són dos camins totalment oposats, com a mínim per ara. Per tant, segueixo pensant que la ciència no ha avançat tant, si segueix perdent-se per camins secundaris i sent utilizada per tan horribles objectius. Ara bé, igual que no es pot deixar totalment de banda l'irracionalitat, no es pot deixar tampoc de banda la racionalitat, la ciència. Només pots demostrar alguna cosa amb total certesa, de manera que ningú pugui discutir-la, a través de la ciència. Però mentre la ciència no hagi conclòs res sobre algunes coses, cadascú és lliure d'escollir. Jo escullo que l'espiritualitat existeix, que l'iluminació existeix. Perquè? Tornant al text, perquè ho he experimentat.

Ah, i perdó per jutjar.