miércoles, 9 de marzo de 2011

XVII.

No me gusto escribiendo.
Odio este mismo ritmo
melancólico, reacio
a romper convenciones
prejuicios y tópicos.

Odio esta misma costumbre
de dar
(exactamente)
tres palabras por concepto.
Odio las repeticiones
de verbos en primera persona.

Odio la musicalidad penosa
grasienta y estancada
que se arrastra
entre adjetivos oxidados
y lame el asfalto
esperando encontrar petróleo.


Pero
por encima de todo
odio los finales inconclusos.

viernes, 4 de marzo de 2011

Por ahora soy inmortal.

Cuando me de cuenta de que no lo soy,








entonces ya haré cosas de mortales.