Recibo 1000 opiniones al día sobre lo que debo o no debo hacer. 1000 comentarios, consejos, que en algunos casos son constructivos, ayudan a decidir, pero en muchos otros no hacen más que confundir. Me hunden más en el mar de dudas en el que estoy sumergido desde hace un tiempo. Y creo que empieza a faltarme el oxígeno. Me ahogo, al darme cuenta de que otros, que estaban como yo, salieron a la superficie, cogieron aire y respiraron con tranquilidad. Inevitablemente, se volvieron a sumergir, pero no llegaron a la profundidad a la que me encuentro yo, en la que la presión externa te provoca un intenso dolor en los oídos, y sobre todo, en el corazón.
Y por fin me he dado cuenta de que necesito un descanso, una tregua. Lucharé por salir a la superfície, aunque cueste, aunque hayas dejado daños irreparables. Porque sé que uno no puede sobrevivir así, sufriendo a cada instante, intentando ser escuchado. Así que ahora, a pesar de todo lo que querría decir, sé que sólo escucharás una cosa. Y sé que es lo único que me puede salvar:
2 comentarios:
Vale, jo em callo!!!!!
has obert els ulls, això és bo, suposo.
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