domingo, 29 de marzo de 2009

Inside

Cerró los ojos y aspiró. Se levantó del suelo, y con la espalda llena de tierra, se dirigió a ningun lado. Paseando, moviéndose entorno a la esplanada, aún con los ojos cerrados, empezó a remover por sus adentros. Por su pasado, por su futuro, por las sensaciones actuales y por todo aquello que lo envolvía.
Le envolvían tantas cosas...estaba perdido en el mar del conflicto cual marinero al que se le hundió su navío. Envuento en una vorágine de guerra, las vallas a su alrededor eran demasiado estrechas como para correr, saltar, y gritar como no lo hacía desde tiempo atrás. Luchaba, luchaba a cada instante por escapar al aire libre, luchaba ya sin saber porqué. La lucha era su propia droga, con la energía como éxtasis y el odio como resaca. Y aunque nadie lo supiera, odiaba luchar. Había incluso empezado a pensar en darse por vencido, en extender los brazos a la Ley y recibir su castigo.
A su lado, un olor agridulce pareció emerger del exterior, inundándole las fosas nasales y ahogando todos sus sentidos, sin respiración desde hacía un rato.
El presente era suyo. Y aunque sabía que todo el "yo", todo el "mío" no lo beneficiaba, no podía renunciar a aquello. Necesitaría tiempo, para adaptarse, para evolucionar.

Tiempo...lo único imposible de modelar, lo que nos hace vivir, disfrutar, olvidar y morir. El viento que erosiona nuestras rocas hasta convertirlas en polvo. El calor que evapora nuestros océanos convirtiéndolos en desiertos. Todo aquello que tuvimos, tenemos y tendremos, son sólo recuerdos de tiempos pasados, de tiempos futuros.


Cuando tu vida se convierte en "ya", el tiempo es insignificante.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

mencanta el text..
Aqsta 7mana sta si que ens veiem.. Q tinc 0 feina! Bnu, si pots cla =)
Dgam algu kuan et vagi b peixet!
PLT

Sara dijo...

Ni se te ocurra nunca darte por vencido y "en extender los brazos a la Ley y recibir su castigo", esa es la última opción. Y lo único que te puedoo decir es que siempre existe algún agujero en ese estrecho camino vallado, siempre hay una salida, por la que la libertad abre sus alas, solo hay que buscarla.

Cuidate, que tanto estornudo pinta mal jeje.
Besoos

Anónimo dijo...

"Luchaba, luchaba a cada instante por escapar al aire libre, luchaba ya sin saber porqué. La lucha era su propia droga, con la energía como éxtasis y el odio como resaca." me encanta Oscar.

Anónimo dijo...

Sara, tienes mucha razón.