viernes, 4 de julio de 2008

Nostalgia

Dicen que cuando perdemos aquello a lo que nos hemos aferrado durante un tiempo sentimos la necesidad de substituirlo, aunque sepamos que es totalmente imposible. Él lo sabía, era consciente de ello, pero intentava evitarlo. Él, que predicava el desapego, que aconsejaba no darle importancia a las cosas para así conseguir la verdadera felicidad.
Él, que pese a todo lo que pensaba, había sido aplastado por el martillo de la vida, con ella como yunque, con la tristeza como molde. Porque ¿quién no cae de vez en cuando? ¿quién no sucumbe ante las circunstancias cuando éstas no le permiten sentir lo que antaño veneraba?
Porque pese a todas las ideas que habían pasado por su mente los últimos días, era aún un adolescente, estava aún en edad de crecimiento, en todos los sentidos. Sí, es cierto, no tenía nada que ver con el muchacho que no demasiado tiempo atrás ignoraba lo que pasaba a su alrededor. Pero al mismo tiempo, tampoco se parecía a aquello en lo que pensaba convertirse, no tenía la serenidad que tanto admiraba en otras personas.

Y entonces se dio cuenta de que lo que estaba escribiendo no importaba, que no cambiaría nada.
Dejó a un lado el teclado y cogió otro, pero éste sin letras ni números. Un teclado con teclas blancas y negras, con pedal y caja de resonancia. Hacía dos años que no colocaba su mano sobre él, pero aún se acordaba de la única melodía que lo acompañaba siempre, aquella que no sabía dejar de escuchar. Posó su triste y tembloroso dedo sobre las teclas. Y presionó. Y sonó. Y tocó como nunca antes lo había hecho, invadido por la melancolía de sus sentimientos, dándole a la canción la atmósfera idónea, dejándose llevar por ella, dejando, a la orilla del río, bajo el Claro de luna, los recuerdos y sensaciones que ya nunca más reviviría.

1 comentario:

Anónimo dijo...

i aquella alegria i eufora on ha anat a parar? sembla que estas malament :S
oblida't d'allo que et fa mal i viu l'estiu, que són pocs dies, i viu com mai has viscut, sinó t'apanediràs.

que et vagi bé oscar.