Otro sábado al anochecer sentado en la butaca de un vagón de tren, mirando por la ventana, una vez más. Vio entrar a una mujer de mediana edad, vestida formalmente, que sin duda volvía del trabajo. Nada más sentarse, se puso a mirar ella también por la ventana, pero con una expresión mucho más triste y melancólica que la del chico que se hallaba enfrente suyo. Él la miró. Vio en sus ojos el desespero de la monotonía, el aburrimiento de la rutina. Y como tantas otras veces, decidió hacer algo al respecto.
Rebuscó entre el millar de papeles almacenados en la papelera que se encontraba justo a su lado. Encontró uno limpio y plano, lo recortó manualmente en forma de cuadrado y se puso a plegar. Poco a poco, fue captando la atención de ella. Él la miraba, y cuando veía que ella respondía en silencio, fijaba su vista en la figura que estaba construyendo, para así atraer su mirada.
Y llegó su parada. Él, habiendo acabado, salió del vagón, dejando su pájaro de papel en el asiento que antes había ocupado. Pero no se alejó. Se quedó allí, y vio como, antes de que el tren marchase, la mujer se inclinó y cogió su figura, mientras una tierna sonrisa iba esbozándose en su cara.
5 comentarios:
molt maco oscar;)
ens veiem demà!
que bonito..
un pequeño detalle que sigignifica mucho..
ooooooooooooooo, ia saps ke menkanta
es mol del teu estil aixoxd
enkara ke no et konegui massa
unpetonet
soc la lili
Veig que has decidit reviure a aquell noi del tren..
Això està bé.
Crec que conec bastant al noi del tren com per dir-li que això no és "hacer el primo", sinó tot el contrari.
un altre cop aquell simpatic noi del tren! m'ha agradat el detall
tu i la paprioflexia!
Sort en tenim dels que comparteixen la seva felicitat. no?
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