lunes, 25 de febrero de 2008
El sentido
- Cíteme a uno de sus héroes.
- No hace falta ir muy lejos. Mi perro: la lista con las cincuenta características que admiro de él está colgada en mi oficina. Su amor incondicional me encanta. Le aseguro que si su jefe estuviera feliz al verle entrar a usted y al resto de los empleados en el trabajo, la gente tendría ganas de ir a trabajar en lugar de salir corriendo a casa. Yo tengo una pegatina en el coche que dice: "Intenta ser la persona que tu perro cree que eres."
- Vivir y trabajar con sentido, sí, pero cuando miras a tu alrededor y te das cuenta de que la vida es injusta...
- ¿Quién dijo que la vida tenía que ser justa? A todos la vida nos presenta desafíos. Nacemos con distintas expectativas de la vida. Si un niño es asesinado en Iraq, ¿es justo?, si muere de hambre ¿es justo?... Pero eso no significa que esas vidas no tengan dignificado o sentido, y si todos viéramos nuestra vida desde una perspectiva de sentido, sabiendo que lo que hacemos nos afecta y afecta a los demás, la apreciaríamos sin necesidad de que las grandes crisis nos obliguen a replanteárnoslo todo."
Entrevista a Alex Pattakos, experto en ciencias políticas y psicología.
Magazine, La Vanguardia, 24 de febrero del 2008
viernes, 22 de febrero de 2008
Desapareciendo a mis espaldas
Gracias, me forcé a pensar.
Vuelve cuando puedas. Las palabras sonaban débiles, desapareciendo en el vacío oscuro cuando él también se marchó. Ahora estaba solo.
Mucho mejor. Ahora podía oír el ligero crujido de las hojas húmedas bajo mis pezuñas, el susurro de las alas de un buho sobre mi cabeza, el océano, allá muy lejos, hacia el oeste, con su gemido al chocar contra la costa. Escuchaba esto, pero nada más. No sentía más que la velocidad, nada más que el empuje del músculo, los tendones y el hueso, trabajando juntos en armonía, mientras los kilómetros desaparecían bajo mis patas.
Si el silencio en mi mente permanecía, nunca volvería atrás. Sería el primero en escoger esta forma frente a la otra. Quizá no tendría que volver a escuchar jamás si corría lo suficiente.
Moví las patas con más rapidez, dejando que Jacob Black desapareciera a mis espaldas.
Eclipse - Stephenie Meyer
miércoles, 20 de febrero de 2008
Here without you
Since the last time that I saw your pretty face
A thousand lies have made me colder
And I don't think I can look at this the same
All the miles that separate
Disappear now when I'm dreamin' of your face
I'm here without you baby
But you're still on my lonely mind
I think about you baby and I dream about you all the time
I'm here without you baby
But you're still with me in my dreams
And tonight, there's only you and me.
The miles just keep rollin'
As the people leave their way to say hello
I've heard this life is overrated
But I hope that it gets better as we go.
I'm here without you baby
But you're still on my lonely mind
I think about you baby and I dream about you all the time
I'm here without you baby
But you're still with me in my dreams
And tonight girl, there's only you and me.
Everything I know, and anywhere I go
It gets hard but it won't take away my love
And when the last one falls, when it's all said and done.
It gets hard but it won't take away my love.
lunes, 18 de febrero de 2008
Una i otra vez
Sabes cuánto te quiero, cuánto tiempo llevo haciéndolo. Sabes que no hay nada ni nadie que me haga sentir igual. Y yo no sé nada. No sé cómo te sientes, no sé que piensas de mí. Sólo sé que tú conoces mis sentimientos.
Y sé que a pesar de todo, eso no cambia nada.
sábado, 16 de febrero de 2008
Rechazo
Eran aproximadamente las diez de la noche. Yo me encontraba de pie en medio del vagón del tren, cansado después de un duro partido de fútbol. Observé a mi alrededor, fui mirando a todas y cada una de las personas que estaban cerca de mí. De pronto capté un detalle que llamó mi atención. Había un chico sentado en uno de los asientos laterales que tenía algo diferente de los demás. Su expresión era triste, melancólica, y podía interpretar fácilmente cada uno de sus facciones, sus expresiones, sus gestos, porque se le podían notar sentimientos que tiempo atrás, yo también había tenido. Miraba por la ventana con aire decaído, como si nada le importase ya, como si, a pesar de todo lo que le quedaba por delante, su vida ya no tuviese sentido.
Durante un momento, miró una pequeña tarjeta que sostenía en su mano temblorosa. Observé cómo sus cejas se juntaban en una expresión de contrariedad, y al cabo de un instante, conseguí discernir como una lágrima se deslizaba por su mejilla. Sólo una. Porque aunque seguramente estaba viviendo uno de los momentos más amargos de su vida, le quedaba ese punto de vergüenza que sin duda le caracterizaba. No quería ser el centro de atención. Quería estar sólo, desahogarse, deshacerse de la carga que llevaba encima y olvidar todo lo que le estaba pasando.
Diez minutos más tarde, el chico se levantó, preparado para marchar. Cogió la tarjeta de su bolsillo, la arrugó, y descargando toda su furia la lanzó a la papelera. Una vez hubo bajado del tren, recogí la tarjeta sin dudarlo, pensando que igual él podría haber entendido mi situación, intrigado por saber cuál era la causa de tanto dolor.
Le di la vuelta al papel y vi que sólo había una palabra escrita:
No.
martes, 12 de febrero de 2008
Demasiado tiempo...
Y cuando paro a pensar en el tiempo que llevo así, midiendo cada gesto, cada palabra, cada sonrisa, para que nada pueda ofenderte, para que nada pueda hacerte dudar la próxima vez, un punzada de dolor me atraviesa el corazón, hurga aún más en la profunda herida que creaste, que a pesar del tiempo que ha pasado, sigue aún abierta, sangrando, ocasionando, aún hoy, tanto dolor como el día en que se produjo.
Una buena amiga decía el otro día: "Le temps est capable de guérir les blessures les plus profondes, avec le temps on peut oublier, on peut aimer..." Mientras leía esto me preguntaba cuánto tiempo más es necesario para poder olvidarte, para apartarte de mi pensamiento. Y es que son ya más de dos años implorando cada noche que al día siguiente todo vaya mejor, que por fin escuches mis súplicas y, aunque sea por una sola vez, me des esa oportunidad que vengo esperando durante tanto tiempo.
lunes, 11 de febrero de 2008
Sólo quedan tres días
En caso de que NO pertenezca usted al grupo c puede, en defensa propia a) Argumentar que la señalada fecha no es sino una mera invención comercial para fomentar el consumismo en nombre del amor (opción no viable si usted es de esos que lucen zapatillas Converse, chupa Belstaff y gafas de Prada) b) Buscarse, en los escasos días y medio que le restan, un/a novi@ de emergencia (opción sólo viable si cuenta usted con el físico de Angelina Jolie o Daniel Craig y/o la pasta de Sarkozy) o c) Organizar con los amigos una buena juerga de San Calentín, con lectura de libros concretos que se publican, como no, el Día de San Valentín."
Lucía Etxebarría, Diario ADN
(Este blog necesitaba un toque de humor, en este caso, algo sarcástico)
domingo, 10 de febrero de 2008
No puedo
Era lo mejor que podía estar viviendo, y creía que no acabaría nunca, que todo seguiría igual. Pero como todo en esta vida aquello se acabó, y en este caso, más pronto de lo que cabía esperar. Y aunque mi experiencia de vida sea escasa, fue el golpe más duro que he recibido hasta ahora.
Sé que el pasado debe dejarse atrás, pero no puedo seguir adelante como si nada de esto hubiera sucedido. Porque significas demasiado para mí, y no puedo dejarte escapar.
sábado, 9 de febrero de 2008
Soñar lo imposible
vencer al invicto rival,
sufrir el dolor insufrible,
morir por un noble ideal.
Saber, enmendar el error.
Amar, con pureza y bondad.
Querer, en un sueño imposible,
con fe, una estrella alcanzar.
Ese es mi afán,
y lo he de lograr,
no importa el esfuerzo,
no importa el lugar,
saldré a combatir y mi lema será
defender la virtud aunque deba
el infierno pisar.
Porque sé que si logro ser fiel
a tan noble ideal,
dormirá, mi alma en paz al llegar
el instante final.
Y será este mundo mejor
porque yo, sin rendirme jamás,
busqué, en mi sueño imposible
poder una estrella alcanzar.